¿Qué son los suffitos? Bodegas Irache te lo cuenta.
Si te has parado a leer una etiqueta de vino alguna vez (esperamos que sí), te habrás percatado de una advertencia que dice “CONTIENE SULFITOS“. Estas palabras pueden provocarte algún tipo de recelo, sin embargo, verás que los sulfitos son un elemento cotidiano que ingerimos a diario.
Si no sabes lo que son, da mal rollo, suena a químico, a azufre… no hay nada que temer, los sulfitos se encuentran en muchos alimentos de forma natural y en algunos casos también se añaden para su conservación, ahora veremos qué propiedades aportan y para qué sirven. Salvo que tengas alta intolerancia/alergia al azufre – un pequeño porcentaje de la población lo tiene – los sulfitos no provocarán ningún efecto secundario en tu organismo, aunque como veremos al final de la entrada, hay quien no está de acuerdo con esta afirmación.
Como hemos dicho, los sulfitos – más científicamente anhídrido sulfuroso o SO2 – se encuentran de forma natural en muchos alimentos. También son un gran aliado de la industria alimentaria desde hace siglos. Se añaden a los alimentos y bebidas para garantizar su conservación, evitar su oxidación y desinfectar de posibles microbios. Son las famosas “E” de las etiquetas, concretamente del E-220 al E-228.
La normativa de la Comunidad Europea dice que cualquier alimento o bebida que contenga más de 10 mg/L (en el caso de los sulfitos) debe llevar una advertencia en su etiqueta, por eso, desde 2005 lo veréis en todas las botellas. En los EEUU, esta normativa lleva aplicándose desde 1987, por eso, unos años atrás esta advertencia aparecía en inglés, puesto que algunos de nuestros vinos se exportaban allí.
¿Qué función tienen?
Se puede decir que sin sulfitos, no podríamos disfrutar de muchos alimentos, salvo que los consumiéramos en el momento su obtención. En el caso del vino, muchos viticultores te dirán que sin sulfitos, no se podría garantizar la calidad del vino.
Antioxidante
Gracias a esta propiedad, el vino conserva su aroma y su color. Y no sólo el vino… también galletas, mermeladas, siropes, cervezas, snacks, pan, verduras, fruta y un largo etcétera de alimentos que ingerimos a diario.
Antioxidásico
Aunque los controles de calidad han mejorado mucho en las últimas décadas, podría pasar que algunas de las uvas que se usan para el vino estén podridas o en mal estado. Los sulfitos inhiben las enzimas Tirosinasa y Lacasa, que provienen de esas uvas podridas y podrían provocar una grave alteración del sabor y aroma del vino.
Antimicrobiano
Los sulfitos se encargan de neutralizar las levaduras propias de la viña, así como bacterias acéticas y lácticas que pueden provocar que el vino se avinagre.
La cantidad de sulfitos añadidos se ha ido reduciendo en gran medida, sobre todo a lo largo del último siglo. Gracias a las nuevas técnicas de vinificación y a la mejora de la tecnología, ahora podemos encontrar unos 160 mg/L de anhídrido sulfuroso en el vino, mientras que hace un siglo la cantidad era de 500 mg/L o más. Al estar más en contacto con los hollejos y contener más taninos (que también aportan propiedades antioxidantes), a los vinos tintos se les añaden menos sulfitos que a los vinos blancos.
Vinos sin sulfitos
Podríamos decir que no existe un vino 100% libre de sulfitos, ya que éste los contiene de forma natural, además, la gran mayoría de productores los añaden para su conservación.
Sin embargo, en los últimos años, han aparecido nuevas iniciativas e investigaciones respecto a los vinos orgánicos y biodinámicos, llamados también “ecológicos“. Son aquellos que han sido producidos con una metodología más compleja y artesanal; algunos viticultores de estos vinos, intentan evitar en medida de lo posible la adición de sulfitos, aunque esto implica una producción más costosa en dinero y tiempo.
Desconocimiento, mentira y debate
Hay mucho desconocimiento acerca de este tema, entonces, es normal que los consumidores de vino vean con recelo la adición de sulfitos. Como hemos aprendido tras profundizar un poco en todo esto, los sulfitos no son más que un aliado que garantiza la conservación y calidad del vino y otros muchos alimentos y que, en cantidades controladas, no supone ningún riesgo.
Sin embargo, hay quien opina que el anhídrido sulfuroso es muy perjudicial para la salud, algunos piensan que el simple hecho de llamarlo sulfitos es un engaño, pues al fin y al cabo se trata de azufre.
Hay mucha información en internet sobre de este debate, sulfitos sí o no. En cualquier caso, los estudios y las investigaciones más reconocidas y prestigiosas nos indican que en cantidades controladas, los sulfitos no suponen una agresión traumática para nuestro organismo y en Bodegas Irache seguimos haciendo del vino un arte y un placer compartido.
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